Hospital Santa Mónica, con la mejor calificación en la gestión gerencial

Hospital Santa Mónica, con la mejor calificación en la gestión gerencial


Con una calificación histórica, el Hospital Santa Mónica de Dosquebradas se ubicó en el primer lugar en la evaluación del plan de gestión general en la vigencia del 2018, que realizó la Gobernación de Risaralda con fundamento en los parámetros que estableció la resolución 710 del 2012 que se aplica en todo el país. Los conceptos de calificación toman como fundamento los indicadores cuantificables y los soportes que reportan los hospitales ante la Superintendencia de Salud, el Miniserio de Salud y la Secretaría de Salud, así como la dirección de Control Interno y la Revisoría Fiscal. El gerente de Santa Mónica, Javier Alejandro Gaviria Murillo, indicó que la calificación de 4.77 sobre 5 es un reconocimiento a su equipo de trabajo.

¿Cuáles son los componentes de la evaluación?  

Tiene tres: uno es la gestión de calidad, que tiene que ver con la acreditación, el plan de auditoría de mejora y la información que se debe entegar a la Superintendencia de Salud con un peso del 20 %. El segundo son los indicadores financieros, relacionados con recaudo, cartera, equilibrio presupuestal, productividad vs. gastos, con un peso del 40 %. El tercero es la parte asistencial que tiene que ver con la prestación de servicios, como salud pública relacionada con patologías y complicaciones que ocurren en los hospitales, vigilancia epidemiológica y la oportunidad en los servicios. Este componente tiene el 40 %. 

¿En su caso, cuál ha sido la calificación obtenida en la gerencia de Santa Mónica?  

Ha sido satisfactoria, pero no había sido tan alta, venía oscilando entre un 4.1 y un 4.3. En esta oportunidad logramos un 4.77 que es la más alta en nuestra gestión y también entre los hospitales de Risaralda.  

¿A esto se suma el hecho que este hospital es el único que cuenta con certificación a la gestión de calidad?  

La certificación a la calidad tiene una calificación la cual debemos subir año tras año para lograr subir ese puntaje. Lo mínimo que se puede subir es 1.2, si se baja de allí se pierde la calificación. El año pasado quedamos en 2.7 y este año en 3.1, subimos un promedio de 1.2. Lo único que no cumplimos fue un indicador financiero donde la productividad no superó la parte del gasto. ¿En medio de la crisis del sector salud, cómo un hospital público logra tan altas calificaciones? Son varias cosas, porque esta evaluación no solo depende de la parte financiera.  

Hay un 60 % que depende de otros factores. Por ejemplo, lo de calidad es un esfuerzo grande que hacen todos los colaboradores y, además, Santa Mónica tiene en plus de ser el único hospital certificado de la región, lo que nos da pie para avanzar en cuanto a planes de mejora, acreditación, entre otros. El tener ya una cultura de la calidad, relacionada con la Norma ISO 9001, nos da una ventaja sobre los otros hospitales.  

El segundo factor de peso es la parte asistencial, el énfasis que hace en la oportunidad en las citas para las principales especialidades como son medicina interna, gineco-obstetricia y pediatría, y lo otro el seguimiento de los casos de complicaciones. Ahí tenemos un muy buen sistema de vigilancia epidemiológica para hacer el recorrido de cada caso y aplicar los planes de mejora.  

¿En cuanto a las finanzas, el hospital goza de buena salud?  

En la parte de financiera, es donde todos los hospitales siempre patinan, pero el 2018 fue para nosotros un año muy bueno: tuvimos los ingresos por encima de los gastos, así que el equilibrio financiero fue muy bueno e incluso logramos tener excedentes, lo que fue muy importante para esta calificación. En cuanto a la deuda, estamos en ceros, a excepción de la dinámica normal de las deudas cuando se pactan pagos a 60 días. Es más, el año pasado tuvimos descuentos por pronto pago con algunas empresas por alrededor de $ 150 millones, dado que teníamos dinero para solventar esas deudas y poder lograr esos descuentos. Además a 31 de diciembre cerramos con cero deudas con el recurso humano, sea directo o de terceros. Incluso tuvimos la oportunidad de quedar con muy buen dinero en caja, pasando el año.    

¿Es claro que poner un punto tan alto como ese es un desafío para este nuevo período?  

Eso es lo complicado. Es como el caso de un deportista, el más rápido del mundo en los 100 metros planos, el cual hace un gran esfuerzo para bajar su propia marca. Ahora vaya y vuelva a hacerlo, baje esa vara. Eso es complicado.  

¿Cuáles son los principales indicadores del hospital?  

En este momento tenemos una población objetivo en Dosquebradas de casi 70.000 personas, la cual estamos atendiendo en primero y segundo nivel. Hicimos este año, y ese fue otro esfuerzo bastante grande, el aumentar el número de médicos, disminuimos algunas otras atenciones en especialidades para no hacer gastos innecesarios, y esos recursos los trasladamos al gasto médico para mejorar la oportunidad en citas y dar mayor oferta, logrando un aumento del 20 % en las atenciones en medicina. Esto dio como resultado la disminución de las quejas y una mayor cobertura entre la población. Nuestros indicadores de oportunidad están por debajo de dos días.  

¿Qué inversiones se realizaron en este período?  

Son las inversiones más grandes que ha tenido el hospital. El año pasado iniciamos la obra más grande realizada en los 33 años del Santa Mónica, en cuanto a recursos invertidos y a metros cuadrados intervenidos. Estamos adecuando 2000 metros cuadrados en las secciones de Consulta Externa y Urgencias, lo que tiene un costo de $ 7500 millones, cuya adjudicación se hizo el año pasado. El propósito es entregar este año esa obra.  

 ¿Hasta cuándo irán estas obras?  

Esto ha generado un poco de incomodidades, como cualquier otra obra, para el personal y los usuarios, así que para no generar más traumatismos se han trasladado algunos servicios a los centros de salud de Santa Teresita, Frailes, El Japón, La Badea, Villa Carola y El Balso, dado que los trabajos irán hasta diciembre. Ademas en el centro de Santa Teresita hace poco nos tocó habilitar el segundo piso con ocho consultorios, para lo cual se debió adquirir un ascensor camillero cuya inversión, incluyendo la estructura del ascensor, costó $ 180 millones.      

¿Qué otras inversiones se hicieron en la planta física?  

Entregamos además un complemento de la seccion de Imageneología y en este momento tenemos listo el componente de Rayos Equis de última tecnología, totalmente digitalizado. Ya nuestros médicos reciben en su computador las imágenes diagnósticas directamente y el paciente no debe andar con las placas debajo del brazo. Eso es un muy buen avance pirmero por oportunidad en la atención y por colaborar con el medio ambiente dado que son placas de difícil degradación y tiene un alto componente ecoambiental.  

 ¿Y qué avances hay en cuanto a dotación biomédica?  

En ese mismo sitio logramos montar un área de endoscopia, todo lo que tiene que ver con gastoenterología, la parte de ecografias y tenemos lista la parte de infraestructura para recibir el tomógrafo. Este es un proyecto viable en el Ministerio de Salud donde lo presentamos hace dos años. Hace un mes fue incluido en el Banco de Proyectos y declarado viable para el reparto de dinero. En diciembre pasado el Ministro de Salud nos anunció que este año se hará una adjudicación de recursos por $ 180.000 millones para todo el país en donde esperamos que se incluyan los $ 1300 millones para el tomógrafo.  

 



 



Doctor Javier Alejandro Gaviría  -  Gerente de la E.S.E Hospital Santa Mónica de Dosquebradas    


 

 











Fecha: 23 de Abril de 2019
Lugar: Colombia
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